Por algo será, cuando el refrán popular sentencia, “es mejor prevenir que tener que lamentar”; esta es una máxima que cobra vigencia cada que alguien se queja por un mal rato a cuenta del negocio de compraventa de propiedad raíz u horizontal que resultó enredado o con pérdidas.

Dos malos hábitos comunes en nuestra sociedad son: desestimar el valor del asesor profesional, negándose a presupuestar unos honorarios que, conforme el pensamiento de las personas de éxito, son necesarios para reducir el margen de error, lo mismo que aumentar la certeza del cumplimiento del propósito del negocio.

El segundo, pretender conocer todo en torno a los procedimientos, formas y contenidos que en la mayoría de las prácticas resultan de una técnica estructural y conceptual apta solo para expertos.

Bajo sana cultura de buenos negocios, debe comprenderse que la compra de una vivienda es una de la inversiones más importantes que realizamos la mayoría de los ciudadanos en nuestra vida; y como es algo que no hacemos habitualmente, es necesario acudir a quienes viven el día a día, conocen en profundidad los vericuetos del sector inmobiliario, y que además tienen el plus de formación profesional; cubriéndose así ante las dudas y miedos de dejar algo en el tintero, o no entender todo aquello que tenemos que hacer, firmar y pagar.

A modo de ejemplo analicemos la importancia de un buen análisis del Certificado de Tradición y Libertad de un Predio; como su nombre lo indica, es un documento público que refleja la situación jurídica del inmueble, la posesión actual y anterior del mismo. Toda persona natural o jurídica puede solicitarlo en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de su municipio.

Detalles como saber cuál es la vigencia del certificado para verificar la actualidad de los datos; o la verificación técnica de los actos realizados como traspasos que no hayan quedado con pendientes incluso de efectos económicos como en el caso de la adjudicación de inmuebles de parte de las constructoras pues ha ocurrido que después de varias anotaciones un potencial comprador verifica que aún no se ha anotado el pago de la hipoteca pues algunas personas no tienen claro que la hipoteca no finaliza con el pago de la última cuota. Si bien, no debemos nada a la entidad financiera; esa información sigue figurando en la base registral de la vivienda en la que continuará apareciendo la hipoteca, mientras no se haya registrado el acto, que a su vez tiene una formalidad.

Nuestro artículo de hoy solo pretende dar un pequeño llamado de atención si queremos asegurarnos de que todo el procedimiento para la compraventa se efectúe correctamente permitiendo un negocio exitoso libre de pérdidas y dolorosas experiencias que surgen de la improvisación y la prisa por necesidades urgentes que hacen exigible venta de un bien inmueble.

Son muchos más los detalles que se mueven en torno a los actos de compraventa de inmuebles y que llenarían todo un tratado; allí radica la importancia técnica del asesor profesional quien conoce muy bien lo procedente en cada caso.

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